Muñeca bonita y rota by Magenta Perales

autor:Magenta Perales
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Erótico
publicado: 2019-04-10T22:00:00+00:00

V

Jake cayó como un roble sin saber que ella lo dejó en la cama prácticamente a mitad de la noche. Cuando abrió los ojos, se encontró con un rayo de sol que le estaba calentando la mano. Se quedó allí, quieto tratando de desperezarse.

Encontró la fuerza suficiente como para levantarse, en ese momento, se dio cuenta de que estaba solo. Al principio pensó que ella estaba en otro lugar, así que se dispuso a buscarla un poco pero no la encontró.

Suspiró de la tristeza y también con cierta decepción. Tenía ganas de despertar con ella, de estar juntos, pero era una imagen que tenía en mente.

Se levantó y fue al baño para tomar una ducha. Estando desnudo, se miró en el espejo y se revisó la mirada con sumo cuidado. Antes, tenía la mirada transparente y nula, pero luego de encontrarse con Grayce algo empezó a tener una especie de vida dentro de sí, estaba emocionado. Ella le estaba dando toda la fuerza que necesitaba.

Abrió el agua para ducharse y tratar de planificar el próximo paso. Luego de ese encuentro tan fogoso, por fin estaba más determinado a estar con ella independientemente de las consecuencias de ese esfuerzo.

Salió de la ducha y volvió a vestirse para replegarse de nuevo a su trinchera para sentirse seguro. En cuanto terminó, fue hacia el Camaro y se subió para comenzar el recorrido de regreso. Al tomar el volante, notó que había una pequeña hoja de papel.

La tomó y se dio cuenta que se trataba del puño y letra de Grayce, ella le dejó una nota.

“Discúlpame por irme así, tan rápido, pero es que tuve que hacerlo porque, no sé, quizás es el sentimiento de culpa o qué se yo. A pesar de todo, quise estar allí, contigo. Lo sabes”.

Esas palabras lo hicieron sentir un poco más optimista y con la idea de que realmente estaba por buen camino. Él sabía los sentimientos de ella pero ese recordatorio lo hizo más feliz que nunca. Le dio alegría y también mucho entusiasmo.

Antes no estaba demasiado seguro de seguir con su empresa, pero eso fue más que suficiente como para seguir.

Lo cierto fue que pasaron unos días para que Jake se sintiera un poco más confiado de la situación. Se dio cuenta que ya no lo estaban siguiendo y que podría desprenderse un poco de la paranoia que estaba sintiendo.

Eso también le dio la oportunidad de concentrarse más en su objetivo principal: Grayce. Estaba desesperado por tenerla, pero sin duda, su esposo era un gran inconveniente. Como pensó al principio, estaba seguro que ella tomó la decisión de tener un esposo por cuestiones de seguridad y estabilidad. Cosas que él no le pudo dar, pero ahora la situación cambió drásticamente porque ya no tenía enemigos ni cuentas que saldar. Era un hombre libre en todo el sentido de la palabra.

—Te dije que volvería por ti y que haría que regresaras conmigo. Cumplo siempre mi palabra, ya verás.

Después de esa noche, Grayce estaba más pensativa y ausente que nunca.

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